“Como te veo me vi, como me vez te verás”.

Seres especiales, capaces de dar la vida por los hijos y por los nietos; aquellas personas que cuando mamá regaña al niño por haberse portado mal, interceden para que no sea tan severa  con él; un ser que consiente todos y cada uno de nuestros caprichos. Seres que dan amor sin pedir nada a cambio... así son los abuelitos.

El tema de "Adulto Mayor" ha permanecido por mucho tiempo en el olvido por parte  la sociedad. Es necesario comenzar a tomar en cuenta la realidad que muchos abuelitos viven pues el número de estos va aumentando significativamente. El propósito es destacar concretamente las carencias que un adulto mayor sufre al pertenecer a una casa de atención, o también llamadas Casa de la Tercera edad. Las personas mayores también forman parte de la cultura y sociedad del país y se debe tomar conciencia acerca de esto.

 En México existen más de 200 casa del adulto mayor, residencias, estancias, villas, como se le quiera llamar, sin embargo para los residentes no es más que un Asilo donde se ven abandonados por parte de sus familiares. Estas casas albergan a personas que en su mayoría son abandonadas por sus familias quienes llegan a maltratar a sus abuelos. Muchos llevan a sus ancianos a base de mentiras jurándoles que van a ver por ellos y que ahí estarán mejor atendidos, pero la realidad es que día con día se olvidan de ellos.

En el estado de Hidalgo se tiene una casa de asistencia sustentada por el gobierno ubicada en la Carretera México - Pachuca Kilómetro 81.5  San Antonio el Desmonte,  Pachuca de Soto, Hidalgo.

“Es la casa de la tercera edad” se construyó hace 25 años con ayuda de la asociación  civil, esto fue en el gobierno del Lic. Guillermo Rossell de  Lama, este centro se elaboró con un solo objetivo, tener un lugar para que las personas de la tercera edad pudieran reposar y estar durante su vejez en este sitio. Al momento que construyeron este asilo se pasó su organización al DIF Estatal, ya que en ese tiempo solo existían pocas habitaciones, contaban con la mínima cantidad de 10 a 15 personas.

En la actualidad esta casa ha ido creciendo conjuntamente a su población, sus instalaciones se han ampliado para poder albergar a bastantes  personas de la tercera edad.

Cuenta con talleres de manualidades donde los residentes, después del desayuno pasan gran parte del día haciendo diferentes actividades, las cuales no representan sólo distracción, sino como un trabajo diario, esto los ayuda a sentirse útiles y elevar su autoestima. En temporada navideña  hacen piñatas y servilletas que venden, el dinero que  recaudan se reparte equitativamente no importando cuantas piñatas hicieron cada uno.

La señora Sonia Pérez encargada del taller de piñatas y manualidades, nos explica que el taller se mantiene solo, ya que no cuentan con los recursos suficientes para tener más materiales para que los ancianos puedan hacer más cosas. Consiguen donaciones de listón, encaje, papel, etc., y es así como se van manteniendo el taller y lo que van sacando. Las piñatas se venden por un costo mínimo de $65 cada una. Comenta la señora, “Son hechas todas por ellos, desde el cartón hasta la decoración que la hacen con bolitas de papel de colores”. Podrían hacer cosas mejores pero todo depende de sus capacidades. Hay grupos que se encargan de hacer coronas, las elaboran con hojas de maíz, de tomate,  hacen boleado, cuernitos, empapelan el globo, todo depende de las posibilidades de movimiento que tiene cada abuelito, unos solo hacen las bolitas para decorar, que les funciona como terapia, y otros hacen el trabajo pesado que es utilizar tijeras, pistola de silicón etc.

Las instalaciones se han ido adecuando a las necesidades que se tiene, se ha adaptado cuartos como pequeños consultorios donde se les canaliza con suero o se les administra un medicamente vía venosa. Cuentan con área de farmacia, enfermería, capilla cafetería, tres salas de televisión, que es donde más se entretienen y ellos escogen en que área estar. Existe igual el área de cocina, lavandería y áreas verdes con patios muy grandes.

A lo largo de la historia se ha podido ver como la sociedad se ha empeñado en evitar la ancianidad, vivir como si no existiera, se habla de la fuente de la juventud, la cual siempre se ha tratado de buscar, y la ciencia también se ha visto involucrada, con estudios y formas de comprenderla.

La directora de la casa de la tercera edad Lic. Margarita Lleonart Vera comenta que actualmente trabajan 67 personas, en turnos matutino, vespertino, nocturno, estas personas  se encargan de dar revisión cada dos horas y en especial días festivos como el día de la madre, día del padre, día de muertos y navidad, pues es cuando la nostalgia se hace presente y junto con ella las enfermedades se agravan.

Otras de las actividades que se realizan en la institución son fuera de ésta. Sin embargo estas salidas corren por cuenta del presupuesto destinado a la manutención de la casa. Salen al cine, museos, balnearios que muchas veces las entradas son donaciones por parte de las empresas. Como en todos lados siempre hay personas que resaltan por su personalidad, risueñas, enojonas, chistosas, simpáticas, amables, y precisamente la directora compartió una  anécdota que le toco presenciar en una salida a la feria, -“Una abuelita hizo un berrinche porque no quería bajarse del carrusel. Es una etapa donde las personas mayores sufren cambios y se comportan como niños pequeños. Hay que tener mucha paciencia para poder sobrellevarlos y sobre todo mucho amor a estas personas”-.

El DIF invierte parte del presupuesto estatal. Pero esto es insuficiente ya que hay demasiados gastos que se deben que cubrir. Existe una mensualidad de $1000 pesos que sólo pocos de los residentes la aportan, pero no es ni un 10% para todo lo que se necesita.

La mayoría de los residentes se quedan la mayor parte de tiempo, a excepción de aquellos quienes sus familiares se encargan de ellos durante periodos cortos de fines de semana, vacaciones, cumpleaños o alguna fecha que para ellos sea muy especial, pero tristemente sólo se trata de escasas ocasiones.

Hay familiares que al principio visitan diario, después dejan de asistir y conforme pasa el tiempo se olvidan de ellos y la tarea difícil de la directora en turno es explicarles que ya son parte de los abandonados. “Se implementó una campaña de adoptar un abuelo, pero fue contraproducente porque las personas sí venían a visitar a su abuelo, pero al igual que las familias no tenían el suficiente tiempo y comenzaron a abandonarlos nuevamente, así que dejamos esta medida” comentó la Directora.

Actualmente se ve al adulto mayor como persona no productiva a causa de su edad, como no puede desarrollar actividades se les consideran no útil. Si agregamos que el adulto mayor en los asilos sufre pérdida de autoestima, debido al abandono al sentirse inútiles y poco importantes, teniendo un vacío existencial. Pierden la adaptación, al ver que la sociedad y los ambientes van cambiando rápidamente.

En los asilos se vive y siente una armonía, paz, compañerismo, ayuda mutua, desinterés, y muchas otras cosas que no poseemos las personas de ahora.

Aunque tengan estos valores dentro de los asilos aun así se sienten extremadamente solos, aunque estén rodeados de personas que los ayudan y los atienden, no es lo mismo que el estar rodeados de su familia y verla crecer día a día.